Luis Cordova-Alarcón fue invitado a participar en el panel de Hora 25, en Teleamazonas, junto a Katherine Herrera, académica; Patricio Carrillo, exministro del Interior; y José Manuel Portugal, director de la escuela de Derecho en UIDE Guayaquil.
El ADN despótico de la “Ley de Inteligencia” que impulsa la Asamblea de Noboa.
¿Qué es lo nuevo? La Asamblea Nacional controlada por Daniel Noboa aprobará en los próximos días la “Ley Orgánica de Inteligencia”. Entre las novedades positivas, el proyecto de ley amplía el espectro de la comunidad de inteligencia mucho más allá de los subsistemas policial y militar ya existentes. Esto puede facilitar el cruce de información para el mapeo de actividades del crimen organizado transnacional. El problema es que lo hace sin controles institucionales de carácter democrático, convirtiéndola en una ley de vigilancia masiva. Además, blinda el manejo de los “gastos especiales” para actividades y operaciones de inteligencia y contrainteligencia. A futuro, ninguna autoridad podrá fiscalizar y controlar el uso de esos recursos. La Ley de Inteligencia tiene un ADN claramente despótico.
¿Por qué es importante? La inminente aprobación de esta ley eliminaría los diques institucionales construidos para evitar los abusos desde el poder político. La experiencia reciente del Ecuador muestra el grave riesgo que implica incrementar la capacidad de la comunidad de inteligencia cuando operan al servicio de liderazgos autoritarios y redes criminales. El enjuiciamiento y condena a varios funcionarios de la extinta Secretaría Nacional de Inteligencia, SENAIN, que delinquieron durante el gobierno de Rafael Correa, son una muestra. La participación criminal de personal de inteligencia militar en la red de captación ilegal de dinero “Big Money”, detectada en junio de 2021, es un ejemplo más reciente. Y la forma en que el gobierno de Guillermo Lasso encubrió la investigación del caso «León de Troya» que implicaba a su círculo cercano y varios oficiales de policía con la mafia albanesa, muestran hasta qué punto los servicios de inteligencia pueden ser instrumentalizados por el poder político y criminal.
¿Qué debe hacerse? La Asamblea Nacional debe reformular el proyecto de ley, al menos, en tres sentidos: Uno, incrementando el control político democrático sobre la gestión y los recursos. Dos, recuperando el rol de la fiscalía y la judicatura como entidades de contención del poder punitivo del Estado. Tres, sistematizando cuidadosamente las reglas para ciberinteligencia de tal forma que se brinden garantías ciertas y comprobables de que no habrá vigilancia masiva.
La mirada imperial puesta en Galápagos [Libro]
Este libro da elementos para pre-ocuparse por lo que está en riesgo con una base militar, además de la soberanía. Lo global con controles de rutas comerciales y lo local con presencias de militares con carta de impunidad en lugares restringidos a los habitantes nacionales. Las estrategias de seguridad sacrificando las de la conservación. El control de lo macro de la vida, con controles geoespaciales y lo micro con experimentaciones genéticas que podrían afectar la evolución misma de muchas especies.
Esperanza Martínez.
PRÓLOGO 5
Ramiro Ávila.
GALÁPAGOS ¿PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD O DEL EJÉRCITO NORTEAMERICANO? 11
Anamaría Varea.
GALÁPAGOS, UN SANTUARIO NATURAL PROFANADO 17
Pablo Ospina Peralta.
CRECIMIENTO ECONÓMICO O SUSTENTABILIDAD: EL DESAFÍO AMBIENTAL EN GALÁPAGOS 53
Alberto Acosta.
LA MIRA IMPERIAL PUESTA EN GALÁPAGOS. BREVE REPASO DE AMENAZAS Y AGRESIONES RECURRENTES 64
Luis Córdova-Alarcón.
NUEVOS ENCLAVES MILITARES DE ESTADOS UNIDOS EN PERÚ Y ECUADOR 94
Elizabeth Bravo.
IMPACTOS AMBIENTALES DE LAS BASES MILITARES ESTADOUNIDENSES EN ECOSISTEMAS TROPICALES 124
Anne Theissen.
EL CANJE DE DEUDA EN LAS ISLAS GALAPAGOS 140
Elizabeth Bravo.
EXPERIMENTANDO NUEVAS TECNOLOGÍAS EN GALÁPAGOS: EL CASO DE LOS ROEDORES INVASORES 161
Descarga el libro en PDF
Ley de Inteligencia y reforma de bases militares evidencian una «política errática» sin objetivos estratégicos, advierte Luis Córdova
En un plazo de ocho días, la Comisión de Seguridad de la Asamblea Nacional presentará el informe definitivo de la Ley de Inteligencia, mientras la academia advierte de vulneraciones y restricciones a las facultades de fiscalización.
Pese a que la Asamblea trató, en segundo debate, la Ley de Inteligencia, la normativa fue devuelta a la Comisión de Seguridad, la cual cuenta con 8 días para elaborar el texto final.
El director del programa Orden, Conflicto y Violencia, Luis Córdova, advirtió que esta propuesta caería un carácter restrictivo desde distintos aspectos. Uno de ellos, dijo, es la eliminación de controles de carácter político en la Legislatura. Incluso, la propia Comisión de Seguridad no podría fiscalizar los gastos reservados, destinados a operaciones de inteligencia y contrainteligencia. A esto, se suma un impedimento a la Contraloría para revisar o difundir información que no corresponde al periodo en curso.
Otra de las amenazas, según Córdova, es la habilitación para que información que reposa en el ámbito de telecomunicaciones y el ciberespacio pueda ser recolectada por las autoridades con fines de inteligencia. Algo que, alertó, otorgaría a los organismos de seguridad la capacidad para vulnerar el derecho a la privacidad ciudadana.
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No hay proyecto de ley eficiente contra la inseguridad, sin una depuración a la Policía y FF.AA.
Luis Córdova, docente de la Universidad Central y coordinador del Programa de Investigación sobre Orden, Conflicto y Violencia, destacó que ningún proyecto de ley servirá para combatir la inseguridad y la violencia, si en primer lugar no se depura a la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y otras instituciones del Estado como la Justicia.
Noboa vislumbra un escenario de guerra que multiplicará los abusos y las economías criminales
Alerta # 01. Mayo, 2025. Ecuador en Llamas. Observatorio Ecuatoriano de Conflictos.
¿Qué es lo nuevo? Luego de conseguir el control total en la Asamblea Nacional, el presidente Daniel Noboa envió el proyecto de «Ley Orgánica para desarticular la economía criminal vinculada al conflicto armado interno», calificándolo como económico urgente para acelerar su aprobación. El título del proyecto es inconsistente con el contenido. En vez de apuntar a las economías criminales, se vislumbra un escenario de guerra sobre la base de supuestos erróneos: no comprende la naturaleza de las amenazas, sobredimensiona la respuesta estatal y, lo más grave, invisibiliza la penetración criminal en el Estado.
¿Por qué es importante? Las instituciones de seguridad del Estado (Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Sistema de Inteligencia, Función Judicial) están permeadas profundamente por el crimen organizado. El problema no son los actores que se corrompen y delinquen, sino un diseño institucional colapsado y la falta de voluntad política para reformarlo. En esas condiciones, permitirle al poder militar y policial actuar discrecionalmente para combatir a los supuestos “Grupos Armados Organizados”, como propone el proyecto de ley, es contraproducente: solo multiplicará los abusos y las economías criminales.
¿Qué debe hacerse? La Asamblea Nacional debería negar este proyecto de ley. En el sector de la seguridad el gobierno nacional debe actuar urgentemente en tres sentidos. Primero, diseñando una política criminal que apunte al control de armas y la desarticulación de las redes del crimen organizado transnacional, que son las que mueven los grandes capitales ilícitos. Segundo, activando una primera fase de reforma militar y policial que permita una depuración sistemática de sus filas y una modernización de procedimientos de supervisión y control externo. Tercero, repensando la política de defensa nacional para recuperar la brújula profesional de las Fuerzas Armadas y evitar su atrofiamiento organizacional.
Los nudos críticos de la seguridad
Luis Córdova-Alarcón fue invitado a la mesa de análisis de la revista digital PLAN V, bajo la dirección de Juan Carlos Calderón, para hablar sobre los desafíos de la seguridad en Ecuador.
La Especialización en Análisis y Transformación de Conflictos Sociopolíticos inicia preinscripciones
La Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Central del Ecuador presentó su nuevo programa de postgrado este miércoles 14 de mayo. Se trata de la Especialización en Análisis y Transformación de Conflictos Sociopolíticos, un programa pionero en su campo, articulado a LLAMAS – Observatorio Ecuatoriano de Conflictos, y coordinado por Luis Córdova-Alarcón, director del Programa de Investigación Orden, Conflicto y Violencia.
Más información sobre el programa aquí: https://www.llamasuce.com/educacion

Un país emboscado por la violencia y la complicidad
Luis Córdova-Alacón
Comentario. Semáforo en Rojo No. 50. Mayo 13, 2025.
Ecuador es un país en permanente estado de shock. Pero hay eventos violentos que irrumpen en la esfera pública como truenos que perturban la conciencia nacional.
El último episodio dejó 11 fallecidos. Esta vez, los seres humanos asesinados vestían uniforme militar. Según la versión oficial, fueron emboscados en el Alto Punino, zona limítrofe de las provincias de Napo y Orellana, el pasado 9 de mayo, mientras realizaban un operativo contra la minería ilícita.
Como ya es costumbre en un “Estado de guerra”, la versión oficial se impuso sobre la verdad: “hemos dado golpes contundentes a la minería ilegal y por eso reaccionan con virulencia”, explica un vocero oficial. Los encuadres discursivos alimentan la atmósfera emocional del conflicto armado y los asesinatos se vuelven legítimos, en medio de la venganza: “cobarde guerrillero abatido en Alto Punino”, titula un mensaje del Ministerio de Defensa Nacional.
En un destello de lucidez o cinismo el comandante general del Ejército lanza una hipótesis: “no se descarta la filtración de información sobre el operativo”. Como si fuese la primera vez que se sospecha de la participación criminal de militares.
Como si no recordáramos que el radar instalado en Montecristi para detectar narcoavionetas fue inutilizado por militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, en un acto de sabotaje, en noviembre del 2021. Como si no supiéramos que una red de marinos vendían información a narcos en Esmeraldas y transportaban cocaína en vehículos oficiales de la Armada del Ecuador, en enero de 2023. Como si la detención de un Teniente Coronel del Ejército, tres cabos y diez civiles, en Buenos Aires, provincia de Imbabura, por traficar oro en un vehículo perteneciente al Centro de Inteligencia Estratégica del Estado, en agosto del 2024, nunca hubiese sucedido.
El país está emboscado por la violencia y la complicidad.
El gobierno nacional decretó la moratoria minera en 2018. Sin embargo, entre 2018 y 2024 se otorgaron 652 nuevas concesiones mineras; complicidad gubernamental que alimentó el truculento negocio de la minería.
En 2024 se hizo publicó el sofisticado entramado empresarial para exportar oro ilícitamente desde Ecuador sin que el gobierno se de por aludido; complicidad estatal para amasar grandes fortunas que siguen incólumes.
Evidencias de este tipo hay por decenas. Pero el mando político y militar que dirige la «guerra internan» ha optado por la estrategia del avestruz: enterrar la cabeza para evadir la realidad.
La realidad es que las economías ilícitas más rentables (cocaína, armas y oro) han modificado el entramado social de arriba abajo. Y lo hacen con una velocidad directamente proporcional al achicamiento del Estado y su política social. Orellana y Sucumbíos son la prueba reina.
Por tanto, mientras los generales y tiktokers que deciden sobre la seguridad nacional ordenan perseguir delincuentes como trofeos de guerra, las economías ilícitas se expanden como la bruma en comunidades enteras y tejen redes de subsistencia en amplias zonas del país. En eso consiste la asimetría de este conflicto.
No es un problema táctico que se soluciona con más soldados, armas o municiones. Es un problema político que requiere un giro estratégico y creativo, que permita la confluencia de la acción gubernamental y la acción social, creando nuevas dinámicas de encadenamiento institucional.
Sin ese giro político-estratégico el paisaje social será más apocalíptico.
Depende de Usted, presidente Noboa, si decide gobernar con alma de estadista o de sepulturero.
Las FF.AA. no han trabajado en un modelo de depuración; reformas en sistemas de inteligencia son urgentes [entrevista]
El asesinato de once militares en el Alto Punino, en Orellana, a manos de grupos irregulares conmocionó al país y, de momento, se investiga a los responsables del crimen que estarían vinculados a la minería ilegal.
Familiares y amigos de los 11 militares asesinados en el alto Punino, en Orellana, recibieron los cuerpos de los uniformados para ser sepultados en Cotopaxi, Pastaza, Imbabura y El Oro, sus lugares de origen.
El sábado 10 de mayo, los restos de los soldados, que fueron asesinados el pasado viernes durante una operación contra la minería ilegal, recibieron los respectivos honores por parte del Grupo de Fuerzas Especiales en Lago Agrio. Luego, fueron velados en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, en Quito, donde se levantó una capilla ardiente en su honor.
Para Luis Córdova, investigador del programa Orden Conflicto y Violencia, el reciente crimen ocurrido el pasado 9 de mayo evidenciaría que las Fuerzas Armadas fueron penetradas por la criminalidad y la corrupción. Aclaró que, esta afirmación no se relaciona a los responsables del hecho, sino a la información militar que pudo filtrarse a organizaciones criminales para evadir los operativos de control minero en Orellana.
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