Guillermo Lasso hizo del Estado ecuatoriano su hacienda 

 Raúl Llasag Fernández 

El Ecuador es uno de los países más inequitativos del mundo. Según el Reporte sobre Riqueza Mundial 2021 del Credit Suisse Research Institute el 0.1% de personas adultas tiene fortunas mayores a un millón de dólares, esto es, aproximadamente 1.3% de la población, cuyos ingresos mensuales superan los 18128. Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, es parte del 1,3% de ricos. 

En contraste, según datos del INEC, a diciembre de 2021, la pobreza por ingresos a nivel nacional fue de 27,7%, cuyos ingresos mensuales son menores a 85,50 dólares, es decir, menos de una cuarta parte del sueldo básico; y la pobreza extrema llega al 10,5 %, estas personas viven con ingresos mensuales entre 48,21 dólares mensuales, es decir, con menos de la octava parte del sueldo básico. 

Entre esos dos extremos se encuentra una clase media cuyos ingresos no alcanzan para cubrir gastos básicos en un país sin servicios públicos de calidad, como la educación o la salud, y con muy poca capacidad de ahorro. 

En consecuencia, en el Ecuador, el 1,3% más rico de la población concentra el 50,2% de la riqueza, mientras el 32,4% más pobre tiene apenas el 2,9%, de la riqueza y las personas que viven en situaciones de extrema vulnerabilidad y la clase media, el 12,8% y 34,1% de la riqueza, respectivamente. 

Sin embargo, de esta realidad, las políticas y leyes económicas y tributarias impulsadas por el gobierno de Guillermo Lasso y, antes, por Lenin Moreno, desde la Ley Humanitaria, pasando por la Reforma Tributaria, entre otras políticas dictadas en consonancia con los pedidos del Fondo Monetario Internacional, FMI, han sido favorables a ese 0.1% que concentra la riqueza y en perjuicio del más del 99% de la población ecuatoriana, sobre todo de los más pobres entre los pobres. 

Para ganar las elecciones, Guillermo Lasso en campaña electoral prometió: un bono de 210 dólares para las amas de casa, que no asumirá las “recetas” del FMI, créditos para campesinos a 30 años y al 1% de intereses, no creación de más impuestos, fortalecer la educación intercultural bilingüe, subir los salarios a 500 dólares, entre otras cuestiones. Cuando llegó a la Presidencia, como era de esperar, hizo todo lo contrario, es decir, su campaña electoral era una mentira, muchos sabíamos de que su campaña no era más que un engaño. 

El movimiento indígena liderado por Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE, le pidió hace un año que el gobierno cumpla su campaña, respete los derechos constitucionales y se concretice a través del diálogo. El gobierno llamó al diálogo, fueron cuatro veces. Pero el diálogo para Guillermo Lasso significa escuchar y ofrecer, pero el ofrecimiento nunca se cumple o si se cumple se lo hace de manera cínica como sucedió con respecto al pedido del congelamiento de los precios de los combustibles: cuando concretó congelar el costo de la gasolina costaba 2,10 dólares, en el mismo decreto de congelación subió el precio a 2,55, es decir, congela y sube al mismo tiempo; luego además proyecta eliminar la gasolina congelada de precio y en su lugar creará otra pero liberando su precio, es decir, se elimina la congelación del precio de la gasolina. 

Frente a esa forma cínica y mentirosa de gobernar de Guillermo Lasso, el movimiento indígena, presentó un mandato de diez puntos: 1) Congelar los precios de los combustibles, al precio vigente en la fecha que se concretó el congelamiento; 2) alivio económico para más de 4 millones de familias con la moratoria de mínimo un año y renegociación de las deudas con reducción de las tasas de interés en el sistema financiero; y además, piden que no se embarguen bienes como casas, terrenos y vehículos por falta de pago; 3) Precios justos en los productos del campo como leche, arroz, banano, cebollas, abonos, papas, choclos, tomate y más; 4) mejoramiento del empleo y los derechos laborales con políticas e inversión pública para frenar la precarización laboral y asegurar el sostenimiento de la economía popular; y pago de las deudas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS; 5) No ampliación de la frontera extractiva minera o petrolera en fuente hídricas y territorios de los pueblos indígenas y áreas protegidas; 6) el respeto a 21 derechos colectivos consagrados en la Constitución del Ecuador: 7) No privatización de los sectores estratégicos, como el Banco del Pacífico, hidroeléctricas, IESS, Corporación Nacional de Telecomunicaciones, carreteras, salud, entre otras; y que el país no se someta a tribunales internacionales como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias (CIADI); 8) Políticas de control de precios para «frenar la especulación» en el mercado de los productos de primera necesidad, atribuida a los intermediarios, y el abuso de precios en los productos industrializados en las cadenas de supermercados; 9) presupuesto urgente de salud y educación frente al desabastecimiento de los hospitales por falta de medicinas y personal, y acceso a esos servicio de las personas de escasos recursos económicos; 10) seguridad, protección y generación de políticas públicas para frenar la ola de violencia, sicariato, delincuencia, narcotráfico, secuestro y crimen organizado en Ecuador. 

El gobierno hizo caso omiso del pedido del movimiento indígena. El movimiento indígena acogiendo al derecho a la resistencia reconocido en la Constitución de la República del Ecuador decidió convocar a la marcha de resistencia a partir del 13 de junio de 2022. A esta marcha se han adherido los campesinos, estudiantes, maestros, mujeres, algunos transportistas y otros sectores. Cumplimos 13 días de resistencia y el gobierno no ha hecho más que deslegitimar al movimiento indígena, reprimir, perseguir, generar una especie de guerra civil y afirmarse omnipotente. 

Se supone que un gobierno procesa los justos pedidos de la población, más aún cuando se trata de una necesidad de la gran mayoría de población ecuatoriana. Pero, el presidente Guillermo Lasso, autodenominado el “gobierno del encuentro”, no es un gobierno de los ecuatorianos sino del “encuentro” del 1.3% de la población. Y si no gobierna para todos los ecuatorianos, sino para su familia y sus séquitos, perdió el sentido de Estado ecuatoriano, al Estado ecuatoriano le ha convertido en una Hacienda colonial. 

¿Qué es la hacienda? La hacienda es un sistema de propiedad y explotación agrícola de origen español, específicamente andaluz. Ese modelo fue importado desde España, cuando fuimos invadidos por la Corona Española, es decir, se trata de un modelo de explotación agrícola. 

En la hacienda hay un PATRON, dueño de la hacienda y él por su propia iniciativa o por consejo de externos decide cómo manejar la hacienda, por tanto, el poder omnipotente lo ejerce el patrón, el patrón decide sobre la vida o muerte de quienes viven en la hacienda. A su mando inmediato tiene a los MAYORALES o CAPATACES, los mayorales cumplen las órdenes del patrón, no puede hacer otra cosa que el mandato del patrón, porque las órdenes del patrón es ley y esa ley no se aplica al patrón. 

En la hacienda también existe los huasipungueros y los “otros”, quienes son dependientes del patrón y trabajan gratis para éste a cambio de la entrega de un pedazo de tierra en donde puedan construir su choza para vivir, por tanto, los huasipungueros eran de propiedad de los patrones, eran los “otros”, los subhumanos, los sin derechos, los desechables. 

Esta jornada de resistencia del movimiento indígena de junio de 2022, es el reflejo de que no tenemos gobierno de los ecuatorianos, tenemos un propietario, un patrón de la Hacienda Ecuador. En la hacienda no hay más autoridad que el patrón, él decide y el resto obedece. Los mayorales cumplen las órdenes del patrón. En vez de poderes o funciones del Estado y fuerza del orden tenemos mayorales: ejército, policía, fiscalía, justicia, asamblea y otros, quienes no cumplen la Constitución sino las órdenes del patrón. 

En la hacienda está prohibido que los huasipungueros reivindique sus derechos. Si eso sucede, inmediatamente eran primero deslegitimados y luego reprimidos y asesinados. En estas jornadas de resistencia de junio de 2022 tenemos más de 5 personas asesinadas por los mayorales del patrón Guillermo Lasso y más de 100 personas heridas y torturadas, otros tantos detenidos. Las deslegitimaciones son de diferentes formas, desde declarar como enemigo de la hacienda, enemigo del pueblo y como enemigo hay que eliminarlos. 

El patrón no cede a las reivindicaciones justas de los huasipungueros, ¿Qué pasaba si alguien se revelaba en contra del patrón? Era considerado como un enemigo. De ahí que, el patrón Guillermo Lasso dice que el presidente de la CONAIE es el enemigo de la democracia, del pueblo, pero “pueblo” para Guillermo Lasso es el 1.3% de la población y la “democracia” de ese 1.3%, el 98.7% de la población es subhumana. Su mayoral, el Ministro de Defensa sale a declarar públicamente y dice que las movilizaciones indígenas tienen relación con el narcotráfico y el crimen organizado. 

Pero el patrón que se cree dueño del Ecuador, no se ha dado cuenta, como diría Paulo Freire que: “La violencia de los opresores, deshumanizándolos… conduce… tarde o temprano a luchar contra quien lo minimizó. Lucha que sólo tiene sentido cuando los oprimidos en la búsqueda por la recuperación de su humanidad… luchan por su liberación y luchan por la liberación de los opresores.” 

Es decir, la lucha de los movimientos indígenas, en ese sentido, tienen cientos de años de historia y ya pasamos la era de concientización, es decir del estado deshumanización a la que nos sometieron a la humanización y eso es la fuerza para la emancipación y la liberación. Pero estas jornadas tienen la intención de la emancipación de los empobrecidos, de los marginados, es decir, del 98,7% de la población y también el humanizar al patrón y sus mayorales. 

Por ello, el patrón Guillermo Lasso y sus mayorales se equivocan cuando, piensan que los “otros”, los “nadies”, los “indígenas”, los “subhumanos”, son los enemigos, nosotros no somos enemigos, también queremos la humanización del patrón y sus mayorales. Y sólo pedimos algo que es justo, algo que todo ser humano en nuestras condiciones necesita para sobrevivir. 

Por eso, el patrón Guillermo Lasso tiene que eliminar de su cabeza la idea de que el Ecuador es su hacienda, tiene que eliminar la idea de su cerebro de que puede eliminar un proceso de resistencia de ciento de años de los pueblos marginados. Ni sus discursos deslegitimadores y acusadores, ni sus represiones, ni sus asesinatos a través de sus mayorales, de sus decretos de excepción, decisiones del uso progresivo de la fuerza o de crear enfrentamiento con sus 1.3% de la población, podrán eliminar las luchas de emancipación y libración. Señor Guillermo Lasso empiece a actuar como Presidente del Ecuador y no como dueño de la Hacienda-Ecuador, empiece a gobernar para todos los ecuatorianos y no para el 1.3 %. 

Raúl Llasag Fernández es Kichawa del pueblo Panzaleo. Profesor-investigador en la Facultad de Jurisprudencia de la UCE. Doctor en sociología, mención Pos-colonialismo y Ciudadanía Global, por la Universidad de Coimbra. Doctor en Jurisprudencia por la UCE y Magíster en Derecho Constitucional por la Universidad Andina Simón Bolívar. Su último de libro es Constitucionalismo Plurinacional desde los Sumak Kawsay y sus saberes. Plurinacionalidad desde abajo y plurinacionalidad desde arriba. 2018.

2 comentarios sobre “Guillermo Lasso hizo del Estado ecuatoriano su hacienda 

  1. Muy claro el contenido y muy bien explicado, pero a mi punto de vista la culpa lo tuvieron los dirigentes indígenas en su momento de lucha anterior en 2019 y en las elecciones en la segunda vuelta electoral, tal vez por odio al correismo hicieron la campaña con «voto ideológico» a mi opinión no ví por ningún lado un voto ideológico ya que eran dos ideas opuestas, además en la época del Moreno-Lasso y hasta la fecha los asambleístas de Pachakutik «levanta manos» respaldaron en la mayoría de los proyectos de leyes, empezando con la consulta popular mañosa dónde violentaron la Constitución, y ahora por último la actuación del Quishpe, Tiban y otros no es nada saludable para el pueblo indígena, los indígenas tal vez por querer ver el cambio y oportunidad, están sacrificando con sus vidas, eso me duele como indígena que soy….

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  2. Excelente artículo, contenido eficaz y preciso, que vislumbra a los lectores una lucha legítima. La cual, no solo cumple 15 días de paro el día de mañana por 10 puntos, sino que se consolida, en siglos y siglos de clamar en una sola palabra -que si bien no abarca todo, dice bastante-: Dignidad.

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